Aquí encontrarás una guía semana a semana donde te explicamos lo que ocurre en tu cuerpo
Semana 1-4
Semana 1
Tu embarazo empieza el primer día de tu período, momento en el que todavía no estás embarazada. Esta fecha simplemente constituye la base para el resto de cálculos. Si planeas tener un bebé, debes replantearte tus hábitos y tu dieta lo antes posible y dejar de fumar.
Semana 2
¡Allá vamos! Cuando el espermatozoide de tu pareja alcanza el óvulo poco después de la ovulación, con un poco de suerte, se combinan para formar la primera célula del bebé. El milagro de la vida emprende su curso.
Semana 3
El óvulo fecundado viaja por las trompas de Falopio hasta llegar al útero. Durante el transcurso de este trayecto, se divide hasta formar una masa compuesta por varios centenares de células. Al llegar a su destino, el óvulo se implanta en la membrana mucosa del útero. Para entonces, no solo ya está decidido si el bebé será un niño o una niña, sino también si tendrá los ojos de mamá o de papá.
Semana 4
En lo más profundo del útero, el óvulo se desarrolla y forma el bebé y la placenta. Tu cuerpo reacciona produciendo un aluvión de hormonas que te preparan de cara a los próximos meses. Algunas mujeres notan este cambio de inmediato y empiezan a tener náuseas o vómitos, altibajos emocionales, sensibilidad en los pechos o calambres leves en la parte baja del abdomen. Otras mujeres ni siquiera se dan cuenta de que están embarazadas.
Semana 5-8
Semana 5
Al final de esta semana, el conjunto de células de tu barriga ya casi ha formado un embrión. Tu bebé mide cuatro milímetros y su corazón empieza a latir. Es ahora cuando la ausencia de menstruación indica que esperas un bebé. La prueba de embarazo es la prueba definitiva de las buenas noticias, aunque es posible que no te encuentres demasiado bien en esta etapa. Las hormonas hacen que muchas mujeres estén sensibles e irritables.
Semana 6
En esta etapa temprana ya se están formando los principales órganos del bebé, incluidos el hígado, el estómago y los intestinos. También se sientan las bases para el desarrollo del cerebro y se forma la médula espinal. Aparecen los primeros esbozos de brazos y piernas. Seguirás sin notar cambios perceptibles, aparte del posible malestar matutino, los problemas para dormir por la noche o el agotamiento que acompaña el desarrollo del bebé. Aunque también es posible que no experimentes ninguno de los síntomas clásicos asociados a las etapas iniciales del embarazo.
Semana 7
El embrión ha crecido alrededor de 14 milímetros. Se empiezan a definir la nariz, la boca y las orejas. Incluso las manos y los pies empiezan a tener forma. En esta etapa, los pechos crecen y se ponen más duros, preparándose para la lactancia. Puede que te sorprendas a ti misma con cambios en los sentidos del olfato y el gusto. De pronto adquieres nuevas preferencias y aversiones.
Semana 8
El bebé pesa alrededor de 1,5 gramos. Su corazón late el doble de rápido que el tuyo. La cabeza parece que crece de forma desproporcionada respecto al cuerpo. Empieza a desarrollar el nervio óptico y una pequeña lengua. La columna vertebral se empieza a formar alrededor de la médula espinal. Se acerca el momento de la primera ecografía. La emoción de ver la primera imagen del bebé!
Semana 9-12
Semana 9
El embrión ya mide 20 milímetros y la cabeza todavía ocupa la mayor parte del espacio en tu barriga. Ahora el cuello la separa del resto del cuerpo y la cara de tu bebé continúa formándose. Ya se han formado los ojos y los párpados y es el momento de que se formen los labios y los primordios dentales. Durante esta etapa de rápido desarrollo es esencial una dieta sana y equilibrada. Lo mejor es consumir alimentos frescos y fáciles de digerir para asegurarte de transferir una cantidad suficiente de vitaminas y minerales a tu bebé.
Semana 10
El embrión mide alrededor de tres centímetros y pesa unos 13 gramos. El bebé ya está “completo”: todos los órganos están en su sitio y el corazón está dividido en sus partes derecha e izquierda. Ahora solo queda que el bebé crezca y se desarrolle, lo que también se verá reflejado en tu estado de ánimo. Las hormonas que circulan por tu sangre generan sentimientos de felicidad, pero también toda forma de estrés. Tus riñones empiezan a trabajar más, el volumen de sangre aumentará en un 35 % y el útero crecerá de cerca de 70 gramos al inicio del embarazo a unos 1.000 gramos en las etapas finales.
Semana 11
El embrión pasa a ser un feto. La cara empieza a adoptar rasgos humanos: los ojos y las orejas están en la posición correcta. La boca y la nariz continúan formándose, los párpados ya cubren los ojos, y el globo ocular se está desarrollando debajo. Notarás que te falta el aliento con mayor facilidad. El corazón te late más deprisa a medida que aumenta la cantidad de sangre en el cuerpo provocando que el corazón trabaje más. Alrededor de un 25 % de tu sangre hace falta exclusivamente para la placenta.
Semana 12
El bebé empieza a moverse de aquí para allá. A pesar de que en esta etapa se trata solo de un acto reflejo, los músculos recién formados le permiten mover los brazos y las piernas, girar la cabeza y cerrar el puño. Se forma un conjunto de dientes definitivos debajo de los de leche que ya están en su sitio. Empiezan a desaparecer los síntomas de cansancio y malestar. Estás a un paso de acabar el primer trimestre y habrás aumentado hasta 2 kg de peso, de los que 48 gramos pueden atribuirse al bebé, y el resto a la placenta y el líquido amniótico, los pechos y el aumento del útero.
Semana 13-16
Semana 13
Tu bebé ya tiene sus primeros huesos. Ya son visibles los huesos de la pelvis y las piernas y se están formando las costillas. La regla de oro para ti es: moderación en todos los ámbitos y detente si te resulta difícil, incluso el deporte. Las mujeres embarazadas se sienten especialmente cómodas en el agua. El agua alivia la presión de las articulaciones y los movimientos difíciles se vuelven fáciles de nuevo.
Semana 14
A partir de esta semana, un ojo experto podrá decir si llevas una niña o un niño. Las gónadas empiezan a producir las hormonas necesarias para formar los genitales externos. ¿Tienes más de 35 años? No te preocupes. Si no surgen dificultades, tu embarazo se desarrollará de manera normal.
Semana 15
El bebé es capaz de abrir y cerrar la boca y de realizar movimientos de succión. Se sigue formando su esqueleto. El médico puede medir la circunferencia de la cabeza del bebé mediante una ecografía. Tu cintura desaparece, la barriga se vuelve más redonda, y tus faldas y pantalones empiezan a quedarte pequeños. A menudo, las mujeres embarazadas encuentran que su cara está más suave y tersa, lo que puede deberse a una retención de líquidos completamente normal bajo la piel.
Semana 16
La glándula tiroidea del bebé empieza a funcionar y produce hormonas con diferentes tareas, como garantizar el crecimiento. Para funcionar adecuadamente, esta glándula necesita yodo, que se encuentra en alimentos como el pescado. Muchos médicos recomiendan tomar complementos de yodo, dado que la mayoría de alimentos carecen de él.
Semana 17-20
Semana 17
Tu bebé mide alrededor de 16 centímetros de la cabeza a los pies y pesa unos 135 gramos. Sigue obteniendo el oxígeno de tu sangre. Tu bebé ya hace movimientos respiratorios irregulares, aunque estos no tienen ninguna función en esta etapa. El bebé practica la complicada interacción entre la respiración y la deglución. Empiezas a sudar más fácilmente. Esto se debe a un aumento de tu temperatura corporal durante el embarazo. Es completamente normal, igual que el aumento significativo de la secreción vaginal.
Semana 18
Por fin sientes su primera patada, ¡pero menuda patada! El bebé te da patadas o te golpea con todo el cuerpo. La mayoría de las mujeres se sienten física y mentalmente bien durante esta etapa del embarazo. El malestar asociado a las primeras etapas ha desaparecido y cada día que pasa tienes más ganas de que nazca el bebé. Es normal sentir más calor de lo habitual. Si bien esto es agradable en invierno, puede resultar algo molesto en verano.
Semana 19
Se crea una red cada vez más densa de fibras nerviosas, los músculos se fortalecen, los movimientos son más definidos y empiezan a desarrollarse las habilidades motoras finas. Para reforzar más los músculos, el bebé sigue su propia rutina de ejercicios: agarrar, moverse, dar patadas y golpear. Poco a poco empieza a engordar. Al final de esta etapa, la barriga del bebé será claramente visible.
Semana 20
Ya has superado la mitad del embarazo, y tu bebé puede oírte. No solo puede oír el latido de tu corazón y la sangre que corre por tu cuerpo, sino que también percibe los sonidos del exterior: la música, el ruido, las personas y sus voces en particular. El bebé tiene de 12 000 a 14 000 millones de neuronas. Y llega el momento de decidir si vas a amamantarle o no, a más tardar cuando te empiezan a salir las primeras gotas de leche del pecho, lo que significa que tu cuerpo está preparándose para el periodo después del nacimiento.
Semana 21-24
Semana 21
Tu bebé mide alrededor de 21 centímetros de la cabeza a los pies y pesa unos 330 gramos. Duerme entre 16 y 20 horas al día, a veces con un sueño profundo y otras, ligero. El resto del día lo pasa haciendo su “rutina de ejercicios”. En ocasiones, la presión que ejerce el útero sobre los órganos en esta etapa puede causar que el esfínter gastroesofágico quede abierto. Esto da lugar a un reflujo de ácido que causa ardores a una de cada dos mujeres embarazadas. El aumento de la retención de líquidos también puede causar una ligera hinchazón de las manos y los pies, lo cual es incómodo pero totalmente normal.
Semana 22
La piel del bebé es opaca y rojiza, pero sigue arrugada, ya que su cuerpo es delgado y no ha adquirido suficiente grasa. La higiene personal se vuelve más importante para ti, debido a la gran presión a la que se ven sometidos tu abdomen y tejido mamario como consecuencia del rápido crecimiento. Una piel bien hidratada y masajes durante el embarazo te harán sentir mejor. Puede que aparezcan estrías, pero se atenuarán tras el parto.
Semana 23
Al bebé empieza a crecerle pelo fino, así como las uñas. Las células cerebrales maduran y el bebé es capaz de entender y recordar. En esta etapa puedes sentir hormigueo o pesadez en las piernas. Algunas mujeres embarazadas también sufren varices y hemorroides.
Semana 24
La cabeza del bebé ya mide alrededor de 6 centímetros de diámetro. De la cabeza a los pies, el pequeño mide 26 centímetros y pesa unos 500 gramos. Los ojos continúan cerrados, pero las pestañas empiezan a crecer.
El bebé es capaz de soñar, del mismo modo que tú sueñas con su llegada. A finales de esta semana, el útero puede alcanzar la altura del ombligo. ¿Por qué no aprovechas al máximo el tiempo que queda y te tomas unas relajantes vacaciones con tu pareja? Cuanto más se involucre en el embarazo, más te entenderá y lo disfrutará.
Semana 25-28
Semana 25
Tu bebé absorbe líquido amniótico a través de la boca y la piel, y parte de este será liberado de nuevo en forma de orina. Hacia el final del embarazo, el líquido amniótico se reemplaza cada dos horas. La cantidad varía entre 300 mililitros y 1,5 litros.
Tu bebé crece rápidamente y desplaza tus órganos de su posición original. Es posible que te resulte más difícil respirar y que debas ir al baño con más frecuencia.
Semana 26
El bebé mide ahora alrededor de 30 centímetros de la cabeza a los pies y pesa unos 650 gramos. Si naciera prematuramente en esta etapa, tendría posibilidades de sobrevivir. Seguramente tu barriga ya está muy redonda. Es posible que la piel estirada pique cada vez más, pero puede controlarse fácilmente con aceites hidratantes. También puedes tener dificultades para conciliar el sueño.
Semana 27
Desaparecen las arrugas del bebé y su piel empieza a alisarse, a medida que los depósitos de grasa se hacen más visibles. El bebé vive contigo: no pierde detalle de lo que ocurre fuera o dentro de ti, y no dudará en hacértelo saber dando golpes y patadas. En esta etapa, la primera leche, también conocida como calostro, ya puede estar formándose en tus pechos. Esta leche es fácil de digerir y constituirá el primer alimento del bebé después de su nacimiento y hasta que se produzca la leche materna propiamente dicha.
Semana 28
El bebé abre los ojos y puede distinguir entre luz y oscuridad. Cada vez bebe más líquido amniótico. Casi todo el líquido pasa a través del sistema digestivo y es filtrado por los riñones antes de volver a salir. Hasta medio litro de orina llega cada día al líquido amniótico. Aumentas de peso rápidamente. No solo debido al crecimiento del bebé, sino también a la placenta y el saco amniótico. Se forman depósitos de grasa por todo tu cuerpo, pero en ningún caso debes hacer dieta para tratar de eliminarlos.
Semana 29-32
Semana 29
El cerebro de tu bebé continúa desarrollándose. Se forma una compleja red de nervios. Cada “hebra” de esta red está aislada con una cubierta protectora para permitir que los estímulos se transmitan con mayor rapidez. Se crean las fibras nerviosas. Las mujeres embarazadas suelen engordar medio kilo solo durante esta semana. Tu barriga es cada vez más grande. Tu ombligo empieza a salirse hacia fuera.
Semana 30
La piel de tu bebé empieza a cambiar de rojizo a rosa. Su pequeño cuerpo se vuelve más redondo gracias a los depósitos de grasa, que ahora constituyen hasta el 8 % del peso del bebé.
¿Ha aparecido una línea recta y oscura en mitad de la barriga? Es lo que se conoce como línea alba, cuya aparición se debe a un aumento de la pigmentación de la piel. Desaparecerá más adelante después de dar a luz.
Semana 31
El bebé continúa bebiendo gran cantidad de líquido, que es procesado por los riñones, el estómago y el intestino. Se cree que el sabor del líquido amniótico cambia en función de la alimentación de la madre. El pequeño también está descubriendo el sentido del gusto. Debes ser especialmente cuidadosa con las infecciones. En esta etapa, las bacterias y los virus pueden atravesar la barrera placentaria, porque la pared de vellosidades se ha vuelto más fina para permitir la entrada de una mayor cantidad de nutrientes.
Semana 32
El bebé empieza a sentirse estrecho en la barriga. Se mueve menos y se centra en buscar una posición cómoda. Si el bebé naciera ahora, probablemente sobreviviría. Aunque sus pulmones no estén completamente desarrollados, la tecnología médica puede ayudarle a respirar, por lo que tiene una buena oportunidad de sobrevivir. El útero puede contraerse como preparación al parto. Estas contracciones tienen una duración de unos 20 segundos y es posible que ni las notes. Sin embargo, puedes sentir dolor en la pelvis, que se ensancha.
Semana 33-36
Semana 33
Tu bebé puede llegar a medir hasta 40 centímetros y pesar hasta 1700 gramos en esta etapa. Se coloca en posición cefálica. En el 95 % de los casos, la cabeza se dirige hacia abajo y es la primera parte del cuerpo en salir al mundo. Intenta evitar compensar tu exceso de peso inclinándote hacia atrás. Tu perspectiva cambia, así como tu centro de gravedad, lo que significa que puede que a menudo tropieces o tires cosas.
Semana 34
La sangre del bebé contiene una mayor concentración de calcio comparada con la tuya. Necesita esta cantidad para que los huesos crezcan.
La placenta obtiene el calcio que el bebé necesita recurriendo a las reservas de calcio de la madre. Nota: la baja por maternidad empieza al final de esta semana.
Semana 35
La mayoría de los bebés se colocan en la posición definitiva para el parto en esta etapa, como muy tarde. No dejas de pensar en la llegada del bebé. ¿Cómo será?
Semana 36
El bebé todavía no tiene su propio sistema inmunitario. Obtiene anticuerpos de ti y está protegido frente a todas las enfermedades para las que hayas desarrollado anticuerpos. Es posible que experimentes contracciones irregulares previas al parto. Algunas de ellas pueden ser fuertes y dolorosas, pero no se dan con frecuencia ni a intervalos regulares. Esta es la diferencia principal respecto a las contracciones reales, que suelen darse a intervalos regulares.
Semana 37-40
Semana 37
Tu bebé sigue creciendo y ya mide cerca de 45 centímetros y pesa unos 2400 gramos. En este momento tu placenta mide entre 20 y 25 centímetros, tiene un grosor de tres centímetros y pesa unos 500 gramos. Es lo suficientemente grande como para garantizar el intercambio de nutrientes y residuos entre tu bebé y tú.
Semana 38
El bebé produce cortisona, una hormona que prepara los pulmones para la primera respiración del bebé. Desde el momento en que nace el bebé, su circulación sanguínea funciona de manera autónoma y deja de estar conectada a la tuya. Es completamente normal que experimentes miedo o incertidumbre antes del parto.
Muchas mujeres embarazadas se vuelven extremadamente activas justo antes de dar a luz, limpiando ventanas y armarios. Parece que limpien el “nido” para el que está a punto de llegar. No hace falta luchar contra este instinto. Ten la maleta a punto para salir para el hospital o centro de maternidad.
Semana 39
No hay suficiente espacio. Tu “inquilino” cruza los brazos alrededor del pecho, dobla las piernas y casi no se mueve en esta etapa. No te preocupes si el bebé no se mueve con tanta frecuencia, después de todo mide cerca de 50 centímetros y pesa unos 3.000 gramos.
Semana 40
Hay pequeños detalles que indican que el bebé llegará pronto, como el cansancio repentino o las náuseas. Esto se debe a cambios hormonales diseñados para provocar el parto. Acude al hospital cuando rompas aguas o tengas una hemorragia. También debes ir al hospital si tienes contracciones regulares cada 5 o 10 minutos durante al menos 1 hora.